Salsa de Tomate de la Casa con Vino Gilda

Está es una salsa fácil de hacer y además es muy versátil pues puedes aprovecharla de muchas formas.

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Abigail Heraud

7/22/20252 min leer

Una receta con alma, para esos días en que el hogar huele a domingo

Ingredientes:

  • 8 tomates bien maduros, pelados y sin semillas

  • 1 lata grande de tomate en trozos (preferiblemente sin sal añadida)

  • 1 cebolla mediana, picada

  • 2 dientes de ajo, finamente picados

  • 1 chile dulce mediano, en cuadritos

  • 1 manojo generoso de albahaca fresca

  • ¼ taza de vino tinto (el que estés disfrutando también sirve)

  • 4 cucharadas de aceite de oliva

  • 3 hojas de laurel

  • ½ cucharada de orégano seco

  • 2 cucharadas de azúcar

  • 1 pizca de bicarbonato de sodio

  • Sal y pimienta al gusto

Preparación:

  1. Prepara los tomates:
    Con las manos limpias y sin prisa, retira las semillas de los tomates frescos. No te preocupes si alguno se resiste, lo importante es hacerlo con amor. Resérvalos.

  2. Sofrito con cariño:
    En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla, el chile dulce y el ajo. Sofríe hasta que la cebolla esté suave y translúcida —ese punto en que la cocina empieza a oler a casa.

  3. Agrega los tomates:
    Incorpora primero los tomates frescos y revuélvelos bien con el sofrito. Luego añade los tomates enlatados. Mezcla con calma, dejando que todo se una como una buena conversación.

  4. Tiempo de vino y sazón:
    Vierte el vino tinto, y revuelve. Añade sal, pimienta, el bicarbonato (esto ayuda a equilibrar la acidez), el azúcar, las hojas de laurel y el orégano seco.

  5. Deja que el tiempo haga lo suyo:
    Cocina a fuego bajo durante 20 minutos, revolviendo de vez en cuando.

  6. Toque final de frescura:
    Agrega la albahaca cortada en tiras finas. Cocina por 15 minutos más a fuego bajo. Este es el momento en que los aromas empiezan a abrazar la casa.

  7. Textura al gusto:
    Si deseas una salsa más tersa, licúa con batidora de inmersión o en licuadora regular. Si te gusta más rústica, déjala tal cual.

  8. Guarda con cuidado:
    Deja enfriar completamente antes de pasar a frascos de vidrio. Guarda en refrigeración y consume en el transcurso de la semana. También puedes congelarla en porciones.

Consejo de la casa:

Esta salsa es versátil: sirve como base para pastas, lasañas, pizzas o como acompañamiento de vegetales asados. Y si te queda un poco, un pan tostadito al lado nunca está de más.