Saborear y disfrutar el vino. EL cierre de la cata y el principio de la experiencia.

Hemos recorrido en varios artículos, los pasos para catar los vinos. El proceso se cierra en el paladar cuando se saborea, pero es justamente cuando empieza la magia del vino, cuando se asocian todas las características que hemos recopilado en el cerebro gracias a nuestros sentidos y empiezan a establecer relaciones con las experiencias guardadas y las que están por empezar.

BODEGA MATRIARCADO

7/9/20242 min leer

Imagina que te invitaron a una reunión de amigos,, la conversación fluye entre recuerdos y risas. De repente alguien pone en tus manos una copa de vino porque la actividad promete ser excepcional. Tan pronto lo agradeces, inicias tu escrutinio visual. Buscas sus tonos, lo mueves para explorar sus aromas y tus endorfinas empiezan a salir asociadas a todo es conjunto de experiencias...

Llega el momento culminante de la cata de vinos: saborear y disfrutar. Estos pasos finales no solo completan la experiencia, sino que también te permiten apreciar verdaderamente la complejidad y el arte del vino como parte de las experiencias sociales. Vamos a descubrir juntos cómo hacerlo.

Saborear

Aquí es donde el vino realmente cobra vida en tu boca. No se trata solo de beber, sino de experimentar una serie de sensaciones que te cuentan la historia del vino.

  • El Primer Sorbo:

Toma un pequeño sorbo y deja que el vino se distribuya por toda tu boca. Cierra los ojos y concéntrate en las primeras impresiones. ¿Es suave o robusto? ¿Notas una explosión de sabores frutales, o quizás algo más terroso o especiado?

  • Textura y Cuerpo:

Presta atención a la textura del vino. ¿Es ligero y fresco como un Virginia, o tiene una sensación más densa y aterciopelada como un Gilda? El cuerpo del vino es su peso y estructura en la boca, que puede variar desde ligero hasta completo.

  • Acidez y Taninos:

La acidez se siente como una chispa refrescante en la lengua. Un vino con buena acidez puede ser vibrante y enérgico, como un paseo en un día soleado. Los taninos, por otro lado, son los compuestos que dan una sensación de sequedad en la boca, similar a comer una fruta sin madurar. En los tintos, los taninos pueden ser suaves y sedosos o firmes y astringentes, proporcionando estructura y complejidad.

  • Sabores y Notas:

Intenta identificar los sabores específicos. Un vino puede ofrecer una sinfonía de notas, desde frutas rojas y negras, flores, especias, hierbas, hasta matices de madera o cuero. Cada sorbo es una oportunidad para descubrir algo nuevo y fascinante. Piensa en ello como descifrar un poema, donde cada palabra (o sabor) aporta al significado total.

Disfrutar

Después de saborear, es hora de reflexionar y disfrutar de la experiencia completa. Este es el momento de dejar que el vino te cuente su historia final.

  • El Final:

El "final" del vino se refiere a cuánto tiempo persisten los sabores en tu boca después de tragar. Un vino de alta calidad tendrá un final largo y agradable, dejando una impresión duradera, como una buena película que sigue contigo mucho después de haber terminado.

  • Reflexiona:

Tómate un momento para pensar en la experiencia. ¿Te gustó el vino? ¿Qué te sorprendió o deleitó? Reflexionar sobre estos aspectos no solo mejora tu apreciación del vino, sino que también te ayuda a recordar y reconocer tus preferencias en el futuro.

  • Comparte y Disfruta:

El vino es para compartir. Para aprender de vinos, no solo hay que probarlos; hay que vivirlos.

Habla sobre tus impresiones con amigos o familiares, escucha sus opiniones y disfruta de la conversación que surge alrededor de una copa de vino de Bodega Matriarcado. Este intercambio enriquece la experiencia y crea recuerdos inolvidables.

Referencias

(https://www.wienscellars.com/)

(https://overproof.com/).