Savouring and enjoying the wine. The end of the tasting and the beginning of the sensory experience.
We have covered the steps for tasting wines in several articles. The process closes on the palate when the wine is tasted, but it is precisely when the magic of the wine begins, when all the characteristics that we have gathered in the brain thanks to our senses are associated and begin to establish relationships with the experiences we have stored and those that are about to begin.
BODEGA MATRIARCADO
Imagine you have been invited to a gathering with friends, the conversation is flowing with memories and laughter. Suddenly someone puts a glass of wine in your hands because the event promises to be exceptional gathering. As soon as you thank him, you start your visual scrutiny. You look for its tones, you move it to explore its aromas and your endorphins start to come out associated to all these experiences..
The culminating moment of wine tasting arrives: savouring and enjoying. These final steps not only complete the experience, but also allow you to truly appreciate the complexity and art of wine as part of social experiences. Let's discover together how to do it.
Savour
This is where wine really comes alive in your mouth. It's not just about drinking, but about experiencing a series of sensations that tell you the story of the wine.
The First Sip:
Take a small sip and let the wine distribute itself throughout your mouth. Close your eyes and focus on your first impressions: Is it smooth or robust? Do you notice an explosion of fruit flavours, or perhaps something more earthy or spicy?
Texture and body:
Pay attention to the texture of the wine - is it light and fresh like a Virginia, or does it have a denser, velvety feel like a Gilda? The body of the wine is its weight and structure in the mouth, which can vary from light to full.
Acidity and tannins:
Acidity feels like a refreshing spark on the tongue. A wine with good acidity can be vibrant and energetic, like a walk on a sunny day. Tannins, on the other hand, are the compounds that give a dry mouthfeel, similar to eating an unripe fruit. In reds, tannins can be soft and silky or firm and astringent, providing structure and complexity.
Flavours and Notes:
Try to identify specific flavours. A wine can offer a symphony of notes, from red and black fruits, flowers, spices, herbs, to hints of wood or leather. Every sip is an opportunity to discover something new and fascinating. Think of it as deciphering a poem, where each word (or taste) adds to the overall meaning.
Enjoy
After savouring, it's time to reflect and enjoy the whole experience. This is the time to let the wine tell you its final story.
The End:
The ‘finish’ of the wine refers to how long the flavours linger in your mouth after swallowing. A high quality wine will have a long and pleasant finish, leaving a lasting impression, like a good movie that stays with you long after it is over.
Reflect:
Take a moment to think about the experience - did you like the wine, what surprised or delighted you? Reflecting on these aspects not only enhances your appreciation of the wine, but also helps you remember and recognise your preferences in the future.
Share and Enjoy:
Wine is for sharing. To learn about wine, you don't just have to taste it; you have to experience it.
Talk about your impressions with friends or family, listen to their opinions and enjoy the conversation that arises around a glass of Bodega Matriarcado wine. This exchange enriches the experience and creates unforgettable memories.
References
(https://www.wienscellars.com/)
Imagina que te invitaron a una reunión de amigos,, la conversación fluye entre recuerdos y risas. De repente alguien pone en tus manos una copa de vino porque la actividad promete ser excepcional. Tan pronto lo agradeces, inicias tu escrutinio visual. Buscas sus tonos, lo mueves para explorar sus aromas y tus endorfinas empiezan a salir asociadas a todo es conjunto de experiencias...
Llega el momento culminante de la cata de vinos: saborear y disfrutar. Estos pasos finales no solo completan la experiencia, sino que también te permiten apreciar verdaderamente la complejidad y el arte del vino como parte de las experiencias sociales. Vamos a descubrir juntos cómo hacerlo.
Saborear
Aquí es donde el vino realmente cobra vida en tu boca. No se trata solo de beber, sino de experimentar una serie de sensaciones que te cuentan la historia del vino.
El Primer Sorbo:
Toma un pequeño sorbo y deja que el vino se distribuya por toda tu boca. Cierra los ojos y concéntrate en las primeras impresiones. ¿Es suave o robusto? ¿Notas una explosión de sabores frutales, o quizás algo más terroso o especiado?
Textura y Cuerpo:
Presta atención a la textura del vino. ¿Es ligero y fresco como un Virginia, o tiene una sensación más densa y aterciopelada como un Gilda? El cuerpo del vino es su peso y estructura en la boca, que puede variar desde ligero hasta completo.
Acidez y Taninos:
La acidez se siente como una chispa refrescante en la lengua. Un vino con buena acidez puede ser vibrante y enérgico, como un paseo en un día soleado. Los taninos, por otro lado, son los compuestos que dan una sensación de sequedad en la boca, similar a comer una fruta sin madurar. En los tintos, los taninos pueden ser suaves y sedosos o firmes y astringentes, proporcionando estructura y complejidad.
Sabores y Notas:
Intenta identificar los sabores específicos. Un vino puede ofrecer una sinfonía de notas, desde frutas rojas y negras, flores, especias, hierbas, hasta matices de madera o cuero. Cada sorbo es una oportunidad para descubrir algo nuevo y fascinante. Piensa en ello como descifrar un poema, donde cada palabra (o sabor) aporta al significado total.
Disfrutar
Después de saborear, es hora de reflexionar y disfrutar de la experiencia completa. Este es el momento de dejar que el vino te cuente su historia final.
El Final:
El "final" del vino se refiere a cuánto tiempo persisten los sabores en tu boca después de tragar. Un vino de alta calidad tendrá un final largo y agradable, dejando una impresión duradera, como una buena película que sigue contigo mucho después de haber terminado.
Reflexiona:
Tómate un momento para pensar en la experiencia. ¿Te gustó el vino? ¿Qué te sorprendió o deleitó? Reflexionar sobre estos aspectos no solo mejora tu apreciación del vino, sino que también te ayuda a recordar y reconocer tus preferencias en el futuro.
Comparte y Disfruta:
El vino es para compartir. Para aprender de vinos, no solo hay que probarlos; hay que vivirlos.
Habla sobre tus impresiones con amigos o familiares, escucha sus opiniones y disfruta de la conversación que surge alrededor de una copa de vino de Bodega Matriarcado. Este intercambio enriquece la experiencia y crea recuerdos inolvidables.
Referencias