¿Existe realmente un debate entre la tapa de rosca y el corcho?
Mientras que las tapas de rosca ofrecen ventajas prácticas en términos de frescura, consistencia y facilidad de uso, el corcho sigue siendo valorado por su potencial de envejecimiento, percepción de calidad, estética y sostenibilidad.
BODEGA MATRIARCADO
En Australia, la transición de tapones de corcho a tapas de rosca en las botellas de vino se ha convertido en una práctica común, especialmente en la producción de vinos jóvenes[1][3]. Esto se debe a varios factores, como la reducción del "defecto del corcho", que puede ocurrir en algunas botellas con tapones de corcho y hacer que el vino se contamine con olores[1][2][3]. Además, las tapas de rosca son más económicas de fabricar y permiten una mejor preservación de los aromas frutales de los vinos[1][3].
Resumiremos las ventajas de la tapa de rosca de la siguiente manera:
Preservación de la frescura y calidad del vino: Las tapas de rosca proporcionan un sellado hermético que evita la oxidación prematura del vino. Esto es crucial para los vinos blancos y algunos tintos que se benefician de mantener su frescura y carácter frutal.
Consistencia en el almacenamiento y transporte: Las tapas de rosca son más fáciles de manejar durante el almacenamiento y el transporte, lo que garantiza una mayor consistencia en la calidad del vino desde la bodega hasta el consumidor final. No hay riesgo de contaminación por TCA (2,4,6-tricloroanisol), una sustancia que puede causar el característico "sabor a corcho" en los vinos embotellados con tapones de corcho natural.
Aceptación global: La adopción de tapas de rosca ha ganado aceptación en todo el mundo, incluidos mercados importantes como Estados Unidos y Reino Unido. Esto significa que los productores australianos pueden exportar sus vinos con confianza, sabiendo que el método de sellado es bien recibido por los consumidores internacionales.
Sostenibilidad y costo: Las tapas de rosca son más económicas que los corchos naturales y pueden ser recicladas con mayor facilidad. Además, al ser un material más consistente, se reduce el riesgo de defectos de embotellado y pérdida de producto, lo que contribuye a la sostenibilidad económica y ambiental de la industria vitivinícola.
En términos de cambio climático en el entorno mientras el vino es transportado y almacenado, las tapas de rosca ofrecen una ventaja sobre los corchos en que proporcionan un sello más consistente, lo que puede ayudar a proteger el vino de las fluctuaciones de temperatura, especialmente cuando se envía vino desde Australia a América.
Mientras que las tapas de rosca ofrecen ventajas prácticas en términos de frescura, consistencia y facilidad de uso, también el corcho sigue siendo valorado por su potencial de envejecimiento, percepción de calidad, estética y sostenibilidad, por lo que algunos consumidores aún prefieren la experiencia ritual de extraer un corcho al abrir una botella de vino.
En muchos mercados, el corcho ha sido históricamente asociado con vinos de alta calidad y prestigio. Los corchos naturales permiten una mínima permeabilidad de oxígeno, lo que puede beneficiar a ciertos vinos tintos de guarda. Esta pequeña cantidad de oxígeno puede contribuir al proceso de envejecimiento del vino, permitiendo una evolución más gradual y compleja de sus aromas y sabores con el tiempo.
Al final, la elección entre corcho y tapa de rosca depende en última instancia del estilo de vino, las preferencias del consumidor y los objetivos del productor.
[2] https://www.grandesvinos.com/blog/importancia-tapones-corcho-conservacion-vino/
[3] http://www.aasommeliers.com.ar/novedades/n/364/CORCHO-vs-ROSCA-la-falsa-pelea